jueves, 25 de noviembre de 2010

Mordedura

Morder la banquina

Morder el polvo

Morder el cebo de tus labios

El jugo de las cosas, la pieza que falta siempre

Contener la presión.

Contenerme. Amordazarme. Maniatarme.

Rozar el filo de la tarde con la última gota de rocío,

mirando al silencio que se forma en el aire.

Las escobas se gastaron,

se murieron satisfechas, con un rictus soberbio de victoria

Las esperanzas aturdidas, fueron barridas por años.

No hay más, no quedan.

Se disparó el arma sín intensión.

(Solo sirvió para reparar en ella.)

Habrá que asesinar al mal antes de que nazca.

Quemarlo, reprimirlo, abortarlo.

Habrá que estar firme, frío y tranquilo.

No temblar. No vacilar. No dudar

Y yo lo único que hago es temblar como un nene asustadotodo el día.

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