martes, 1 de diciembre de 2009

Un texto


Un trapecista con sabañones, un clavadista de charcos.
Disecado por un sapo humanólogo
Piropo de ciegos, susurro de sordos.
Portero de bóveda, bobo de puerta.
Muro enano. Enano de jardín.
Gusano de la vid. Tinto malo. Resaca eterna.
Linterna rota. Cascote. Masacote.
Iscariote.
Isquiones.
¡Volvieron los borbotones!
¡Volvieron los borbotones!
Las palabras se me atascan. Se mezclan a la salida.
Se inoportunan.
Se congestionan.
Se amontonan como botones.
A montones. Por montones.
No son canciones, más bien cosas raras.
Palabras aladas, dentadas.
Mordidas de la vida.
Salidas de emergencia.
Punto.
Paciencia
Letra directamente proporcional a la angustia.
Matemática imperfecta.
Regla de tres simple muta a descompuesta
Despejar equis. El eterno dilema.
¿y cuando la equis es uno?
Sismo
Temblor
Terremoto
Pasamos entonces a otra área

Con los nervios de punta apunto preciso, mejor.
Prolijo
Crispado
Desvelado como nunca acelero sin ritmo.
Ideas que gravitan y salen como flechas
Estelas de humo. Fugaces dioses
Opciones del camino
Desvíos
Atajos.
No quiero tus flores como mordaza
No quiero morir en esta alfombra
Prefiero pisar la tierra al caer seco.

Tampoco yo voy a hablar de la penumbra
Compré una linterna con cuatro pilas grandes y sanseacabó

No hay comentarios:

Publicar un comentario